De los hits de Bizarrap al estilo único de Duki, pasando por la sensualidad de Nicki Nicole y los éxitos de María Becerra y Trueno, la música urbana argentina pisa fuerte en la escena global. Estos jóvenes artistas, todos menores de 30 años, son la voz de una generación que creció conectada a internet y tuvo al freestyle como escuela.
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Esta camada, nacida alrededor del 2000, mezcla géneros como hip hop, trap, reggaetón, pop y electrónica, y acumula miles de millones de reproducciones en plataformas digitales, además de agotar estadios en todo el mundo. Con artistas como Emilia, Milo J y Lit Killah, han marcado un antes y un después en la música argentina, recordando otros momentos históricos como el auge del tango hace 100 años o la explosión del rock nacional hace 50.
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De la plaza a los estadios
El movimiento comenzó en la década de 2010, con el auge de las batallas de freestyle en Argentina. Competencias como El Quinto Escalón se convirtieron en el semillero de artistas como Duki, Ysy A, Paulo Londra y Wos. Estas batallas, grabadas en parques de Buenos Aires, fueron subidas a YouTube, donde rápidamente captaron la atención de miles de jóvenes.
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Duki fue uno de los primeros en transformar su éxito en las plazas en una carrera musical internacional. Sus colaboraciones con figuras como Bad Bunny y Wiz Khalifa, junto con su capacidad para llenar estadios como el Bernabéu en España, lo consolidaron como un ícono global. En sus letras, como en «Nueva Era», Duki exalta su ascenso desde abajo, un mensaje que resuena en un país donde el 60% de los jóvenes enfrenta condiciones de pobreza.
La revolución digital
Bizarrap, un fiel seguidor del Quinto Escalón, inició su camino editando remixes de batallas en YouTube. Luego, desde su casa, creó las ahora icónicas BZRP Music Sessions, colaborando con artistas como Shakira y Quevedo y alcanzando miles de millones de reproducciones.
Por otro lado, Nicki Nicole y María Becerra aprovecharon las redes sociales para catapultar sus carreras. Nicki pasó de grabar «Wapo Traquetero» en su habitación a presentarlo en el show de Jimmy Fallon, mientras que María, conocida inicialmente por sus sketches cómicos, hoy colabora con figuras como Paris Hilton y participa en la banda sonora de grandes producciones como Rápido y Furioso.
Una rueda en constante movimiento
Como describe el rapero Dano, la escena urbana argentina ha generado un «caldo de cultivo» donde los sueños se democratizan: «Para bajar a rapear a la plaza no te hace falta nada más». Esa accesibilidad, combinada con el alcance de internet, permitió que artistas emergieran rápidamente: «En el minuto uno, salieron de las batallas; en el minuto dos, tenían managers; en el minuto tres, estaban firmando con disqueras», resume.
Para MKS, uno de los máximos referentes del Quinto Escalón, esto es solo el comienzo: «La industria va a seguir creciendo, con nuevos artistas sumándose a los que ya están. Es como una rueda que no deja de girar».
Con talento, conexión digital y un mensaje que conecta con su generación, la música urbana argentina no solo domina las plataformas y los estadios, sino que también escribe un nuevo capítulo en la historia cultural del país.