«Ha sido el mejor ex presidente que jamás hubo», se dijo del expresidente de EEUU Jimmy Carter, quien murió a los 100 años convertido en el hombre más longevo los que ocuparon la Casa Blanca. Y aunque solo gobernó durante 4 años, su legado más duradero lo construyó tras dejar el Despacho Oval: intentó mediar para llevar la paz a Bosnia, Haití, Sudán o Eritrea y recibió un Premio Nobel de la Paz por sus «décadas de esfuerzos por encontrar soluciones a conflictos internacionales«.
Carter, que dejó el gobierno en 1981, murió tras varias décadas de influir discretamente en la política estadounidense y, mediante el Centro Carter, alrededor del mundo en cuanto a temas de derechos humanos y políticas sociales. En 2019 sufrió varias caídas y en 2015 sobrevivió a un diagnóstico de cáncer, por el cual recibió tratamiento de inmunoterapia, y la llegada de la pandemia de coronavirus y sus problemas de salud lo alejaron de la vista pública.
El 39° presidente estadounidense, que sobrevivió varios años tras un cáncer cerebral diagnosticado en 2015, recibía cuidados paliativos en su casa desde febrero de 2023.
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Como ocupante de la Casa Blanca –entre 1977 y 1981– Carter tuvo bastante menos éxito que como expresidente y se dijo que casi ningún otro mandatario tuvo que sufrir tantas humillaciones como él.
Este hombre nacido en 1927 en Georgia, donde su familia tenía una plantación de maní, tuvo que afrontar la crisis de los rehenes en la embajada estadounidense en Teherán, la invasión soviética de Afganistán y la caída del dólar, entre otros episodios políticos de alto nivel.
Su presidencia empezó con los estadounidenses muy esperanzados. Era alguien de fuera de la élite, un empresario agrícola e ingeniero nuclear que había llegado a ser gobernador de Georgia y comenzó la carrera por la Casa Blanca compitiendo con el entonces presidente Gerald Ford.
Más que nada, el nombre de Carter llegó a la Presidencia “limpio” tras el terremoto político que supuso el escándalo Watergate en la era Nixon.
En 1977 el demócrata firmó el Tratado Torrijos-Carter para la cesión del Canal de Panamá al país centroamericano y que preveía la devolución completa el 31 de diciembre de 1999.
Al año siguiente, septiembre de 1978, el presidente de Egipto, Anwar al Sadat, y el primer ministro de Israel, Menajem Begin, firmaron dos acuerdos de paz, todo un golpe maestro que consiguió Carter tras duras negociaciones secretas en la residencia de Camp David.
El tratado para limitar el armamento estratégico SALT II, que firmó con el líder soviético Leonid Breshnev en junio de 1979 en Viena, fue considerado otro logro político de la Administración Carter, eclipsado por el estallido de la Revolución Islámica en Irán y la caída del shah Reza Pahlevi, aliado de Estados Unidos.
A finales de ese año, la URSS invadió Afganistán y y Carter, agotado, dio la impresión de debilidad. Su derrota en las elecciones frente a Ronald Reagan, nueve meses después, quedó rematada con la “infamia de Teherán”.
El asalto a la embajada en Teherán, en 1979, cuando decenas de estudiantes iraníes tomaron como rehenes a 50 estadounidenses, marcó el gobierno de Carter. Durante 444 días los delegados fueron rehenes y aparecían ante las cámaras de televisión con los ojos vendados.
No fue hasta abril de 1980 cuando Carter finalmente decidió enviar soldados de élite para un operativo de rescate y todo termina en un caos: murieron varios soldados, los helicópteros se dañaron en la arena del desierto y la fuerza no llegó siquiera a Teherán.
Una segunda oportunidad, fuera de la Casa Blanca
“En mi vida he ido descubriendo que fracasos claros en realidad pueden conducir a la verdadera felicidad”, señaló posteriormente Carter, un hombre profundamente religioso. Pero el ex presidente no fue condenado al ostracismo ya que tuvo una suerte de “segunda oportunidad” como promotor de la democracia y volvió a brillar por fuera del Establishment político.
A lo largo de los siguientes años, criticó públicamente las guerras en Irak, en 2002 viajó a Cuba para entrevistarse con Fidel Castro y pidió el fin del embargo contra La Habana.
Además, en 2009 visitó la Franja de Gaza y conversó con los líderes del movimiento Hamas, pero siempre en misión no oficial. «Mi vida no es tranquila. Es una vida llena de retos, emocionante e impredecible, intrépida y agradable», diría en una entrevista con la cadena PBS.
Prueba de ello es que desde que dejó la Casa Blanca en 1981, después de un solo mandato, Carter, entre muchas otras cosas, ganó un Premio Nobel de la Paz, escribió más de treinta de libros, consiguió la liberación de un rehén estadounidense en Corea del Norte, participó como veedor de 109 elecciones en 39 países y, con su propio martillo y herramientas, ayudó a construir y reparar más de 4.300 viviendas en 14 países para la ONG Habitat para la Humanidad.
En 2015, Carter hizo una mirada al pasado al publicar su libro «A Full Life: Reflections at Ninety» («Una vida completa: reflexiones a los noventa»), en el que expresó sus opiniones sobre temas como la legalización del matrimonio gay y el racismo: «Creo que Jesús alentaría cualquier relación de amor si fuera honesta y sincera y no hiciera daño a nadie más, y no veo que el matrimonio homosexual dañe a nadie más», aseguró.
Meses antes de que el magnate Donald Trump llegara a la presidente, Carter tampoco dudó en tachar de «ridículos» sus comentarios sobre la inmigración, que había asegurado que la mayoría de los inmigrantes mexicanos llevaban «drogas» y «crimen» a EEUU o eran «violadores». «Ha hecho comentarios estúpidos, comentarios imprudentes sobre los inmigrantes y solo va a conseguir una pequeña parte del apoyo del partido republicano», aseguró Carter. Sobre Joe Biden dijo que fue su “primer partidario en el Senado, y el más eficaz de todos”. “Durante décadas, ha sido un amigo leal y dedicado”, declaró.
Un amor adolescente que duró más de 75 años
Jimmy Carter y esposa, la ex primera dama Rosalynn, llegaron a estar casados más de 75 años, todo un hito entre las familias que ocuparon la Casa Blanca, y superaron a George HW Bush y Barbara Bush, quienes estuvieron casados durante 73 años y 102 días. Carter dijo que casarse con Rosalynn fue definitivamente “lo más importante” de su vida.
Se habían conocido en la juventud, ya que eran vecinos en su ciudad natal de Plains, y Rosalynn era la mejor amiga de la hermana pequeña de Jimmy, Ruth. «Pasé mucho tiempo en esa casa, pero él siempre estaba en la escuela«, recordó ella. “Era tan bueno con Ruth. Le escribía cartas y ella hablaba de él todo el tiempo. Y tenía su fotografía en la pared de su dormitorio. Y, literalmente, me enamoré de esa fotografía”.
Jimmy Carter recordaría en una entrevista cómo después de su primera cita, cuando le dijo a su madre: «Esa era la chica con la que quería casarme». Cuando le propuso matrimonio por primera vez, unos seis meses después, Rosalynn respondió que no, porque primero quería graduarse de la universidad, como le había prometido a su padre en su lecho de muerte unos años antes. «Pero él fue persistente», recordaría Rosalynn.
Se casaron el 7 de junio de 1946 en una iglesia metodista en Plains después de que Jimmy se graduó en la Academia Naval de los Estados Unidos y fue un matrimonio «feliz y alegre y obviamente duradero», reconoció el exmandatario cuando ya tenía más de 90 años. «Rose finalmente dijo que estaba bien, y quedarse conmigo todo este tiempo ha sido lo más maravilloso de mi vida. Hemos sobrevivido tanto tiempo juntos porque, en primer lugar, nos damos mucho espacio para hacer nuestras propias cosas».
La ex pareja presidencial pasó sus últimos años en completa paz, dedicando gran parte de su tiempo a la pesca con mosca en su casa en Plains y leyendo la Biblia juntos cada noche: «Siempre estamos buscando hacer cosas o encontrar cosas que podamos hacer juntos, como pescar con mosca y observar aves y simplemente salir», dijo Rosalynn Carter. En una entrevista de 2013 con The Washington Post, Carter dijo que era «extremadamente afortunado» y atribuyó su estilo de vida activo y dieta saludable a su esposa.
«Es una dietista estricta y una muy buena cocinera», dijo Carter. «Ella prepara todas nuestras comidas familiares. Fui un ávido corredor hasta que cumplí 80 años y me fallaron las rodillas. Tengo dos rodillas nuevas, y me han funcionado bien. Ahora nado con regularidad en casa y cuando viajo. Soy activo en la casa, y con pintura y carpintería», dijo a los 90 años. El Washington Post dijo en 2018 que la pareja caminaba todos los días por Church Street, la calle principal a través de Plains, como lo hacían desde la década de 1920.
En 2022, Jimmy y Rosalynn celebraron sus 75 años de matrimonio. «Rosalynn fue mi compañera igualitaria en todo lo que logré. Ella me dio consejos sabios y me dio ánimos cuando los necesité. Mientras Rosalynn estuvo en el mundo, siempre supe que alguien me amaba y me apoyaba«, dijo el expresidente.
Durante el funeral de Rosylann a fines de noviembre de 2023, Amy Carter, leyó la carta de amor que su padre le dedicó a su esposa mientras estaba en la Marina: «Querida mío, cada vez que he estado lejos de ti, me he emocionado al regresar y descubrir lo maravilloso que eres«, escribió Carter. Y continuó: «Mientras estoy lejos trato de convencerme de que realmente no eres, no podrías, ser tan dulce y hermosa como recuerdo. Pero cuando te veo me enamoro de ti otra vez. ¿Te parece extraño? A mí no. Adiós cariño, hasta mañana, Jimmy.»