Rocky, un perro cuyo espíritu de lucha desafió todas las probabilidades, se ha convertido en un símbolo de esperanza y superación.
Después de ser diagnosticado con una condición neurológica que lo dejó incapaz de caminar, este canino inició un arduo camino de rehabilitación física que hoy lo convierte en una inspiración tanto para sus cuidadores como para quienes conocen su historia.
Con terapias constantes y una voluntad inquebrantable, logró lo impensable: volver a ponerse de pie y moverse por su cuenta.
La historia de Rocky fue compartida a través de la página del Beach Animal Rehabilitation Center (BARC), una clínica veterinaria especializada en rehabilitación de perros y gatos que opera en Los Ángeles y el condado de Orange.
BARC se ha destacado por brindar tratamientos integrales para animales con necesidades físicas complejas, y el caso de Rocky es un ejemplo de su enfoque especializado.
Cuando Rocky llegó al centro, su estado era crítico. Presentaba una condición que le impedía cualquier movimiento autónomo.
“Rocky llegó a BARC tetrapléjico/ pléjico no ambulatorio con un diagnóstico de polirradiculoneuritis canina idiopática aguda por parte del veterinario de urgencia”, mencionó la clínica en un video publicado en sus redes sociales.
Además, detalló que la fisioterapia a la que sometieron al can estuvo basada en fisioterapia, acupuntura y hidroterapia, algo que lo ayudó a tener una mejoría considerable con ayuda de especialistas.
Con el tiempo y tras meses de terapia intensiva, Rocky logró caminar sin necesidad de una silla de ruedas. Su progreso continuó hasta que finalmente alcanzó un hito significativo: su graduación en la terapia física.
Usuarios en Instagram felicitaron al can por su recuperación, destacando su esfuerzo y fortaleza para salir adelante.
“Me siento muy orgulloso de ti”, “Buen chico”, “La cola moviéndose y la sonrisa del final me conmovieron hasta las lágrimas”, “Me gustaría agradecer a todos por su noble corazón y por apoyarlo”, “Excelente trabajo Rocky”, fueron algunas de las palabras que dejaron en la publicación.
La polirradiculoneuritis es un trastorno que afecta las raíces de los nervios motores y los nervios periféricos conectados a ellas, causando inflamación y debilidad muscular progresiva.
En los perros, la variante más común de esta enfermedad se denomina polirradiculoneuritis idiopática aguda (PIA), una condición que, aunque más rara, también puede presentarse en gatos.
De acuerdo con Southfield, un grupo especializado en oncología y cuidado avanzado de animales, los síntomas de la PIA suelen comenzar con debilidad en las patas traseras, que puede extenderse hacia las delanteras, llegando en algunos casos a provocar parálisis total.
Aunque la enfermedad no afecta la sensibilidad al tacto ni el control de funciones básicas como orinar, defecar o mover la cola, en casos graves puede comprometer los nervios faciales, dificultando los movimientos del rostro y alterando la voz. En situaciones extremas, la respiración también puede verse afectada, requiriendo hospitalización y cuidados intensivos.
La recuperación de Rocky fue posible gracias a un enfoque integral que combinó técnicas avanzadas como la acupuntura y la hidroterapia. Según el sitio oficial de BARC, la acupuntura es una herramienta eficaz no sólo para aliviar el dolor crónico, sino también para estimular la curación natural del cuerpo.
Esta técnica, ampliamente utilizada en la rehabilitación animal, actúa sobre los nervios afectados, promoviendo su regeneración y mejorando la movilidad general.
Por otro lado, la hidroterapia jugó un papel crucial en el proceso de recuperación. Este método, realizado mediante cintas de correr subacuáticas, permite a los animales ejercitarse sin soportar el peso completo de su cuerpo, lo que reduce la presión sobre las extremidades debilitadas y favorece la reconstrucción muscular.
En los casos más severos de inmovilidad, como el de Rocky al inicio de su tratamiento, los dispositivos de asistencia son fundamentales. BARC trabaja en colaboración con Eddie’s Wheels, una empresa especializada en fabricar carros ortopédicos a medida para mascotas.
Estos dispositivos, diseñados específicamente para adaptarse a las necesidades individuales de cada animal, brindan soporte y movilidad, permitiéndoles llevar una vida activa durante su recuperación.