El martes se conoció la inflación de diciembre: 2,7%. Un dato no menor es que el IPC núcleo marcó una suba que lo llevó al 3,2%. En ese contexto, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció la baja del crawling peg al 1% a partir de febrero, pero nada dijo sobre la tasa. De no haber cambios, el carry trade dejará más de 20% de ganancias anual en dólares, visto por última vez en mayo de 2024.
Durante la semana se conoció el último dato de inflación del año pasado. El IPC aumentó 2,7% en diciembre, con una aceleración de 0,3 puntos porcentuales respecto a noviembre.
A su vez, según el INDEC, la inflación core trepó a 3,2% con una aceleración todavía mayor (+0,5 puntos porcentuales en el mes). Regulados siguieron moviéndose en torno al 3,4% mensual, mientras que Estacionales quitaron presión con una baja de 1,4% en diciembre.
El dato de inflación es exactamente igual al pronosticado por el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que podía calcularse aplicando los ponderadores de las variaciones de bienes y servicios del IPC CABA. Con todo, la inflación promedio del último trimestre fue de 2,6% mensual, ubicándose en la zona de 2,5% que el presidente Javier Milei mencionó en reiteradas ocasiones.
Sin embargo, el dato que alertó a los economistas proviene de la inflación núcleo. Según la consultora 1816, este indicador “muestra bastante resiliencia desde mayo”, y aun así el Gobierno optó por bajar el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial del 2% al 1% mensual.
Por más que el BCRA haya definido que el cambio en la política cambiaria se aplicará a partir de febrero (desde enero de 2024 que no se había modificado), el mercado se pregunta si no habrá para ese entonces una baja en la tasa de política monetaria.
Así lo plantea, por ejemplo, el economista Roberto Cachanosky en un informe al que pudo acceder Ámbito: “la tasa de interés que se paga por un préstamo en dólares puede ser el 3,5% para empresas grandes exportadoras, tomando el Banco Nación como referencia. Si a este 3,5% le sumamos el 12,7% de crawling peg, el costo por pasarse a pesos es del 15,7% anual contra tasas 36% nominal anual. En definitiva, el carry trade puede estar dejando el 20% anual de ganancias en dólares. Una gigantesca rentabilidad en dólares que en algún momento se desarmará y se pagará el costo correspondiente”, alerta el especialista.
Dólares
El economista Roberto Cachanosky advirtió de los riesgos de esta estrategia
La advertencia de Cachanosky deriva de un atraso cambiario montado, según su mirada, “sobre un carry trade que crece, y no por el mayor ahorro de la gente”.
“En todo caso, una parte puede explicarse por utilidades y dividendos no girados que están siendo depositados a tasa, pero también hay una fuerte toma en dólares que luego son vendidos al BCRA al tipo de cambio oficial”, agrega en su informe.
De acuerdo al economista, el tipo de cambio oficial aumentó entre el 30 de noviembre de 2023 y el 31 de diciembre de 2024 un 186%, mientras que el IPC en el mismo período fue de 173%. “Subió solo un 4,8% más que la inflación, en términos reales está casi igual que antes de la devaluación”, concluye Cachanosky.
La consultora 1816 define la misma situación como un “cabo suelto” que queda por definir: según sus cálculos, si el BCRA no baja la tasa de política monetaria, quedaría en 1,7% la tasa efectiva mensual (TEM) medida en dólares oficiales. “Un spread así sería notablemente alto (es más de 20% anual) y es un hecho que no vemos desde mayo de 2024”, enfatizan sus especialistas.
La diferencia entre la tasa en pesos y las tasas locales en dólares cobran una magnitud tal que, según 1816, incentivaría aún más la generación de préstamos en moneda extranjera, motivo que explica casi en su totalidad las compras del BCRA en el MULC desde agosto.
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Los préstamos en dólares explican casi en su totalidad la compra de dólares en el MULC por parte del BCRA, según 1816.
En cambio, ¿cuál sería el escenario en caso de recortar la tasa de política monetaria (TPM)? La consultora especula con una baja de entre 300 y 500 puntos básicos, que igualmente seguiría siendo “muchísimo más barato” financiar el capital de trabajo con “argendólares” que con pesos (el spread LEFI-crawl se iría a 1,3% o 1,4% TEM), en un contexto donde los exportadores toman financiamiento nuevo a razón de u$s 82 millones diarios.
En cualquier caso, los economistas de 1816 entienden que esa baja de la tasa será un hecho, pero no queda claro el timing de la medida. Lo que sí consideran es que, si el Gobierno está decidido a maximizar la expansión del financiamiento en dólares, una política más efectiva “sería flexibilizar las normas de crédito que hoy solo permiten a exportadores acceder a estas líneas”.