Lejos de los escándalos mediáticos a los que temporada a temporada nos tenía acostumbrados, este verano Federico Bal optó por un destino y postura diferente. Tras separarse de su última pareja, Flor Díaz, el actor decidió quedarse en Buenos Aires trabajando y resguardar su privacidad.
Pero fue durante una entrevista reciente que el hijo de Carmen Luz Barbieri reconoció la importancia que tiene la conductora de Mañanísima en su vida y de cómo, a veces, es la capocómica sale a ventilar intimidades suyas y dar detalles de sus relaciones amorosas.
«A Carmen le gusta echar pimienta. Es así, es especialista. ¿Si me banco esa faceta de mi mamá de ser tan estridente? Aprendí. Tengo 35 años y pasó la vida. Muchas veces me trajo problemas y en otros momentos intenté que la vida fuera por otro lado«, comenzó Fede.
Y siguió: “Yo ya no hablo más. Hace un tiempo ya que no hablo de cosas que no tengan que ver con mi trabajo o cuestiones que le interesen a la gente para poder comprar una entrada o verme en un programa. Estoy en un momento de mi vida en el que bajé un poco esa exposición. Creo que es total responsabilidad mía mantener en privado mi vida íntima”.
EL OFICIO DE SER MAMÁ
“No lo sufrí nunca pero si podía evitarla, iba a evitar esa exposición. Sufría ver a mi vieja enojada, que entre un juicio o tener que salir a dar explicaciones por cosas que dijo mi mamá. Pero mis peleas son mías y las suyas, suyas. Cada cual con lo suyo y entiendo que Carmen por ser mamá y querer defenderme, se metió y embarró la cancha en temas que nada que ver”, sumó.
Asimismo, Bal agregó: “Pero, bueno, es la vida e imagino que para ella debe ser difícil escuchar que hablen de su hijo sin que le duela. No hablé ahora de mi separación pero Carmen, sí. Ya no me enojo porque la conozco. Cuando ella me dice: ´Pero yo no dije nada´, directamente le mando el link del portal web. ´Esa sos vos diciéndolo´, le sostengo y ella retruca. Se enoja por 24 horas y se le pasa”.
“La entiendo desde su lugar. Es mi mamá y habla de mí como su hijo. Si está en vivo en un programa y alguien le pregunta por mí o por si estoy separado, ella responde y habla de mí naturalmente como si fuese una señora de barrio limpiando la vereda. Pero la diferencia es que está en la tele. Esa es su magia también y no se la puedo criticar pero amaría que no lo hiciera conmigo. No la puedo frenar”, continuó Fede.
Finalmente, Bal reconoció que con su madre Carmen se ven a menudo y remató: “Ella vive en Belgrano y yo en Maschwitz pero sí, nos vemos. Todo el tiempo compartimos aunque me gustaría más. Tengo muchos viajes por el mundo y ella trabaja mucho porque tiene dos programas de tele. Pero buscamos espacios para vernos”.