Tres situaciones se produjeron en las últimas horas en el peronismo, que dan la pauta de que hay alguna chance de que la pelea entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof pueda terminar en una lista de unidad, pese a que ambos quedaron al borde de ruptura después que el gobernador bonaerense anunciara el desdoblamiento de la elección local.
Cristina Kirchner reunió el miércoles por la noche a un grupo de intendentes camporistas y afines, y el dato relevante es que contrariamente a lo que se esperaba, les bajo la línea de preservar la unidad del peronismo, esto es, no confrontar con Kicillof sino todo lo contrario. Argumentando que “el enemigo” es el presidente Javier Milei, no el mandatario provincial.
“Hay que ganar la provincia”, arengó la jefe del PJ nacional, y también los convocó a hacer “todo lo posible” para mantener esa unidad. Atenta la escuchaba su hijo y jefe de La Cámpora, Máximo Kirchner.
Durante el encuentro, en la sede del Sindicato de los Trabajadores y Trabajadoras de la Administración Nacional de la Seguridad Social (SECASFPI), Cristina les comunicó que irá como cabeza de la lista de diputados provinciales por la Tercera Sección Electoral, como había trascendido.
Allí estuvieron los intendentes Mayra Mendoza (Quilmes), Juan Ustarroz (Mercedes), Julián Alvarez (Lanús), Federico Otermín (Lomas de Zamora), Gustavo Menéndez (Merlo) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas).
Los intendentes peronistas vienen bregando por no competir -una lista cristinista vs otra kicillofista- porque temen que esa situación la termine capitalizando La Libertad Avanza. Y una derrota ante la fuerza de Milei impactaría de lleno en su gestión comunal.
No obstante, Cristina no dio definiciones acerca del armado de las listas o de un eventual enfrentamiento electoral con la lista de Axel Kicillof.
El otro gesto, casualmente en la misma línea fue el de Kicillof, que también el miércoles en el congreso de delegados de la UOM en Mar del Plata, aseguró que la “unidad nos tiene que dar fortaleza para mostrarle al pueblo que hay alternativa de miseria, hambre y entrega”.
Al igual que Cristina Kirchner, el gobernador reiteró en el encuentro que “el adversario es uno solo, el gobierno de Milei”.
Y en tercer lugar, el massismo, replicó un gesto tendiente a poner paños fríos, también en Mar del Plata. Allí el referente de Sergio Massa en esa ciudad, Juan Manuel Cheppi, acompañó a Kicillof durante la entrega de móviles y motos policiales, en una señal de alineamiento territorial.
Una prueba de fuego de si estos gestos hacia la unidad tiene algún correlato en los hechos, la dará el tratamiento del proyecto de ley que Kicillof envío a la Legislatura provincia para suspender las PASO.