La Basílica de Santa María la Mayor, ubicada en el corazón de Roma, es uno de los templos más emblemáticos del catolicismo y el lugar elegido por el papa Francisco para su descanso eterno. A lo largo de su vida, Jorge Bergoglio mantuvo una profunda devoción por la Virgen de la Salud del Pueblo Romano, cuyo icono se encuentra en la Capilla Paulina de esta basílica.
Antes y después de cada viaje, el papa Francisco acudía a este lugar para encomendarse y agradecer, consolidando un vínculo espiritual que ahora se perpetúa con su sepultura en este recinto sagrado. Santa María la Mayor es una de las cuatro basílicas papales de Roma y la única que ha conservado su estructura original desde el siglo V.
Su construcción se remonta al pontificado del papa Liberio, quien, según la tradición, recibió la indicación de la Virgen María para edificar el templo en el lugar donde cayó una nevada milagrosa en pleno verano. Este evento es conmemorado cada año el 5 de agosto con una ceremonia especial.
El interior de la basílica es una obra maestra del arte sacro. Su nave central está adornada con mosaicos dorados que narran escenas del Antiguo Testamento, mientras que el techo artesonado, decorado con oro traído de América, refleja la magnificencia renacentista.
La Capilla Paulina, donde se encuentra el icono de la Virgen de la Salud del Pueblo Romano, es uno de los espacios más venerados por los fieles. Siguiendo su deseo de una sepultura sencilla, el papa Francisco será enterrado en un nicho de la nave lateral, entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza.
Su tumba estará marcada únicamente por una losa de mármol con la inscripción «Franciscus» y una reproducción de su cruz pectoral. Esta decisión refleja su compromiso con la austeridad y su cercanía con el pueblo, valores que marcaron su pontificado.
Entierro
El Vaticano ha confirmado que el entierro se llevará a cabo el sábado 26 de abril, después de una ceremonia en la Plaza de San Pedro. Miles de fieles han acudido a la basílica para rendir homenaje al pontífice, dejando mensajes y flores en su memoria.
La elección de Santa María la Mayor como su lugar de descanso final subraya su devoción mariana y su deseo de permanecer cerca de la imagen que lo acompañó durante toda su vida. La decisión del papa Francisco de ser enterrado fuera del Vaticano rompe con la tradición de los últimos pontífices, quienes descansan en las grutas de la Basílica de San Pedro.
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