Boca Juniors ya se puso el chip del Mundial de Clubes. Desde hace una semana, el plantel comandado por Miguel Angel Russo, se encuentra instalado en Fort Lauderdale, Florida, a la espera de su debut de este lunes a las 19 horas frente al Benfica de Portugal, en el Estadio Hard Rock de Miami.
El equipo, cuatro días más tarde, volverá a participar contra el Bayern Múnich, a las 22, en el mismo escenario. En la tercera jornada de la zona, se enfrentará el martes 24 a las 16 ante el Auckland City, en el GEODIS Park de Nashville.
El primer partido de Boca en Estados Unidos será muy importante para saber dónde está parado. En el libro de pases que habilitó la FIFA para aquellos clubes que participarán del certamen, el club sumó dos refuerzos que estarán presentes: el marcador central Marco Pellegrino, procedente de Huracán, y el volante Malcom Braida que arribó desde San Lorenzo de Almagro.
No obstante, la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme comenzó las gestiones pertinentes para repatriar a Leandro Paredes, de la Roma de Italia. El equipo romano cambió de técnico con el fin de ciclo de Claudio Ranieri y la asunción de Gian Piero Gasperini, quien viene de varias temporadas exitosas en Atalanta. El nuevo orientador, según la prensa italiana, habría pedido reforzar la zona del medio campo y el volante argentino no estaría en sus planes.
El integrante de la Selección Argentina se tomará unos días de licencia junto a su familia en Miami, donde observará los partidos de Boca. Luego de su merecido descanso, Paredes se sumará al plantel boquense en caso de que haya un acuerdo económico entre su entorno y la entidad. Según pudo saber Página/12, las negociaciones están encaminadas para que el mediocampista regrese al club que lo vio nacer.
Los refuerzos que se sumen al plantel intentarán cambiarle a Boca la pálida imagen que mostró en el primer semestre, ya que quedó eliminado frente a Alianza Lima de Perú, en el repechaje de la Copa Libertadores. Además, perdió contra River Plate en el Monumental, lo que generó la salida de Fernando Gago. También, Independiente de Avellaneda lo dejó afuera en los cuartos de final del Apertura, ganándole 1-0. A todo esto, se suma que en ningún momento mostró una buena versión futbolística. Por estos motivos, tiene varias cuentas pendientes que deberá saldar en este evento mundial.
De entrada, Boca está obligado a no dejar tirada a la gente que viajó hacia los EEUU. Para eso, deberá terminar entre los dos mejores de su zona para avanzar a los octavos. Al mismo tiempo, Russo tendrá que aprovechar los tres encuentros para darle forma a su equipo predilecto y que despegue de cara al segundo semestre. En caso de que no avance a los playoffs, pondrá en juego su prestigio que lo llevó a ganar seis Copas Libertadores y tres Intercontinentales. En tanto, si en algún partido pierde por goleada, al recibir tres o más goles, el equipo de Russo comenzará cuestionado a competir en el Torneo Clausura.
Cuando el plantel arribó a Miami, el experimentado entrenador dio la entrevista obligatoria al canal de la FIFA en la que dejó la vara alta. «En Boca siempre hay que llegar a lo más alto, habrá que ir de menor a mayor. La gente de Boca en todo el mundo siempre aporta un plus. Estará en nosotros responderle con ese plus», aseguró Russo, que tendrá su tercer ciclo al frente de este club.
El plantel debutará contra «Las Aguilas» de Angel Di María y Nicolás Otamendi, los dos argentinos que integran el plantel. El griego Pavlidis es la principal carta goleadora, al marcar 29 goles en el año. El enfrentamiento será clave para ambos equipo ya que, a priori, y aunque en el fútbol no hay lógica, son los que pelearán por la clasificación por detrás del combinado bávaro.
La expectativa que hay en Lisboa es mucha: se trata de una posibilidad única para que el Benfica rompa con una larga sequía internacional, y recupere un lugar destacado en la elite global. Es el equipo más ganador del fútbol portugués, con 38 títulos de liga en su historia, tres más que Boca. En la última temporada, se mantuvo como uno de los grandes animadores de la liga portuguesa, pero terminó con las manos vacías tras perder el torneo local (por dos puntos) y la final de la Copa de Portugal, ambos campeonatos frente al Sporting Lisboa. Eso sí, se impuso ante su clásico rival en la Copa de la Liga, por la vía de los penales. Este fue el único título para el equipo del luso dirigido por Bruno Lage.
En el segundo encuentro, Boca se medirá con el Bayern Múnich, el rival más difícil a vencer. El conjunto alemán llega a disputar este torneo tras consagrarse campeón de la Bundesliga 2024/25, logrando su duodécimo título de los últimos 13, y reafirmando su dominio histórico en su país. La campaña local estuvo marcada por la solidez defensiva, al sumar 16 partidos sin recibir goles, igualando la mejor marca registrada en la temporada 2016/17. Además, el Bayern sufrió apenas dos derrotas en la temporada, un dato que no se veía en los últimos ocho años, reflejo de la estabilidad que ha mantenido bajo la conducción de Vincent Kompany.
El Bayern no contará con Leroy Sané, ya que no renovará su contrato y se irá al Galatasaray de Turquía. Pero tendrá figuras como el arquero mundialista Manuel Neuer, el defensor Alphonso Davies, el mediocampista León Goretzka, el centrodelantero alemán Thomas Müller y el goleador Harry Kane, que fue una pieza fundamental al lograr la Bota de Oro de la Bundesliga con 26 tantos. Además, se convirtió en el segundo máximo asistidor entre las cinco grandes ligas europeas, con un total de 34 conquistas entre goles y asistencias, solo superado por Mohamed Salah del Liverpool.
El tercer contrincante será el Auckland City de Nueva Zelanda, el de menor jerarquía. Este fue el primer equipo en clasificar a dicho torneo luego de consagrarse campeón de la Liga de Campeones de Oceanía. A pesar de haberse fundado en 2004, posee el récord de mayor cantidad de participaciones en la historia del torneo, con diez ediciones disputadas. Cuenta con un plantel semiprofesional, donde muchos jugadores combinan el fútbol con otras actividades y no se dedican exclusivamente al alto rendimiento, y buscará pegar el batacazo. Por ser el equipo de menor jerarquía del grupo, Boca estará obligado a sacar provecho, pero tampoco deberá confiarse porque le podría jugar en contra.
Al término de las tres jornadas de la fase inicial, los dos primeros equipos avanzarán a los octavos de final. El de mejor puntaje enfrentará a un equipo del Grupo D, en el que están Flamengo de Brasil, Chelsea de Inglaterra, Esperance de Túnez y Los Angeles FC. En un hipotético acceso hasta cuartos de final, se podría cruzar contra clubes que conforman las zonas A (Inter Miami de Estados Unidos, Al Ahly de Egipto, Palmeiras de Brasil y Porto de Portugal) y B (PSG de Francia, Atlético Madrid de España, Botafogo de Brasil y Seattle Sounders de Estados Unidos). Por último, en caso de que Boca terminara tercero o cuarto, cerrará su participación en el campeonato e inmediatamente regresará a Buenos Aires.