Los ataques brutales orquestados contra Julia Mengolini y Esteban Paulón dan cuenta de un deterioro del debate público digital que invita a preguntarse por límites legales al uso de las redes sociales y la IA. ¿En nombre de qué otros derechos se puede restringir la libertad de expresión? ¿Equivale esta última al derecho a difundir noticias falsas y de extrema violencia?