La nieve se hacía rogar, los turistas estaban expectantes y el Cerro Catedral pedía magia. Y apareció: el Knorr Truck llegó a Bariloche con sus ollas humeantes, cucharas listas y toda la onda. Desde Paparazzi nos sumamos a la movida con un juego pensado para entrar en calor: ¿galán o guiso? Esa fue la consigna que disparamos al público para saber cómo elige bancar el invierno. Spoiler: hubo de todo.
Platos que reconfortan y romances que abrigan: así se vive el invierno en Bariloche
Después de una gira que lo llevó a Rosario, Mendoza, Córdoba y Buenos Aires, el Knorr Truck aterrizó en Bariloche casi al mismo tiempo que la nevada más esperada del año. Estacionado en la entrada del Cerro Catedral, desplegó todo su sabor y le metió magia a los platos más calentitos de todo el centro de ski.
Además, el stand del Knorr Truck sumó diversión con juegos para grandes y chicos: una maquinita de garra con premios, un desafío de puntería y muchas ganas de pasarla bien. Porque en el cerro, no todo es esquiar.
Paparazzi dijo presente y, fiel a su estilo, le puso un condimento extra a la jornada con otra consigna picante: ¿galán o guiso? En plena base del cerro, les propusimos a los presentes elegir qué preferirían para pasar el invierno: un plato que reconforta o un galán que abriga. Hubo respuestas de todo tipo: románticas, jugadas e inesperadas. Porque cuando se mezcla comida rica con humor y un poquito de nieve, el resultado es pura magia.
Del 24 al 30 de julio, el Knorr Truck estará firme en el Catedral para ofrecer guisos, sopas y otras delicias argentinas. Para aquellos que prefieren el guiso antes que el galán y ya están con cuchara en mano, los platos elaborados con los tradicionales caldos Knorr —de carne, de gallina y de verduras, que ahora también se puede encontrar sin sodio— prometen levantar la temperatura y meterle magia al invierno.
Para los que se quedaron con ganas de más, la experiencia también se vive online. En @knorrarg, la marca comparte recetas y postales bien calentitas del recorrido del Truck por el país. Así, entre cucharas humeantes y confesiones picantes, el invierno se vive con más calor y sabor que nunca.