«No quiero estar muerta dos veces»: las dramáticas palabras finales de Julieta Prandi antes del veredicto contra su ex marido

La modelo hizo uso de su derecho de pronunciar las últimas palabras ante los jueces Lucía Leiro, Daniel Rópolo y Mariano Aguilar. Su ex esposo y padre de sus hijos estuvo en un cuarto contiguo, a pedido de ella. No se cruzaron en ningún momento de las tres audiencias. Un biombo los separó.

“No fui violada una vez, fui violada infinidad de veces. No fue lo único que me pasó, me aislaron, maltrataron, me humillaron, mi apartaron de mi familia, me quedé sola”, dijo con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada.

Prandi remarcó que debió esperar cinco años para estar frente a los jueces que iban a juzgar a Contardi, con quien estuvo más de 20 años de relación, entre noviazgo y matrimonio.

“Me hubiese encantado no poder haberme despertado más, aunque sea la mamá de dos. Nadie lo puede cuantificar, ni una pena de los años que me robó de vida, casi 20 años. Entre siendo una Julieta y salí siendo otra”, sostuvo.

Luego, la modelo hizo referencia a la prueba que se escuchó de distintos testigos y profesionales de la salud durante las dos jornadas que se extendió el debate.

“Lo que hablamos acá es solo una décima parte de lo que me pasó. Yo ya estuve muerta porque todavía no me siento una persona viva, plena y feliz. Todavía intento volver a sonreír, a sentirme segura y a volver a no recordar los hechos aberrantes”, afirmó, sentada junto a su abogado Javier Baños y al fiscal de juicio Christian Fabio.

Ya casi llegando al final de su exposición, Prandi habló por las mujeres que sufren violencia de género “que son muchas”.

“Lo único que pido es que este tribunal es que haga justicia, que lo que me queda de vida lo tenga en paz”, recalcó.

Seguidamente se dirigió directamente a los tres jueces y con tono firme pidió la detención del imputado: “Pido que lo detengan, sino los voy a hacer responsable de lo que me puede pasar a mí y a mis hijos. Él no se va a manchar las manos, no tiene ni amigos. Puede hacer cualquier cosa.»

Una vez que finalizó su relato, Prandi salió de la sala y se quebró emocionalmente. De inmediato fue acompañada de sus familiares. El llanto de la modelo se escuchaba desde adentro de la sala, en la cual estaban periodistas, personal judicial y Contardi, quien ingresó para decir sus últimas palabras.

El imputado fue escueto y apuntó a los medios de comunicación al decir que fueron utilizados “para crear una imagen de monstruo” sobre él.

“Soy inocente y sea la decisión que tome este tribunal voy a seguir luchando por mi inocencia y para poder estar con mis hijos”, remarcó.

Al finalizar la audiencia, Contardi se retiró de los tribunales, al tiempo que Prandi permaneció allí dentro, descompuesta y atemorizada, y solicitó asistencia médica.

Mientras que sus abogados solicitaron de manera «urgente» a los jueces que se le asigne custodia policial para ella y sus familiares, tanto para el traslado desde Campana y en sus respectivos domicilios.

También solicitaron en través de un escrito un botón antipánico y extremar las medidas de seguridad.

Luego de que se concedieran estos requerimientos, la modelo finalmente se retiró de los tribunales minutos después de las 16.

«Saqué muchos años de dolor», describió á la prensa Prandi, más calmada, sobre su desconsolador llanto después de declarar y dijo que confía en que el tribunal «esté a la altura» al momento de dictar sentencia.

Consultada sobre las medidas de seguridad indicó que el acusado «está rodeado de gente nefasta», por lo que si quiere hacerle daño a ella o a su familia «puede mandar a cualquiera».

El miércoles próximo, Contardi podría ser condenado a 20 años de prisión, tal como lo solicitó este viernes la fiscalía en su alegato.

En esa instancia, los abogados de Prandi pidieron una pena aún mayor: 50 años.

Por su parte, la defensa solicitó la absolución o que sea condenado a la pena menor, que es hasta 10 años.

AA