Todo comenzó con una llamada al 911 que derivó en uno de los casos policiales más resonantes del último mes. La desaparición y posterior hallazgo del cuerpo de Diego Fernández Lima tuvo su origen cuando un vecino advirtió movimientos extraños en una obra sobre la calle Congreso al 3.700, en el barrio porteño de Coghlan.
Desde entonces, el asesinato de Fernández Lima continúa siendo un enigma. La Justicia aún debe esclarecer quién fue el responsable y cómo terminó enterrado en el fondo de la casa de la familia Graf. Lo que está claro es que nada de esto habría salido a la luz sin la intervención clave de un vecino que decidió dar aviso a las autoridades.
De acuerdo con lo publicado por Clarín, esa persona se comunicó con el servicio de emergencias y preguntó: «¿Qué se hace cuando una persona está excavando y encuentra huesos humanos? Yo vivo al lado de una obra y veo que están sacando restos humanos».
Además, se supo que la conversación con el operador duró poco más de dos minutos. En ese lapso, el vecino manifestó su preocupación por lo que podía suceder si los restos eran descartados para evitar demoras en la obra. «Quizás eso lo más probable es que tenga 40 o 60 años metidos ahí», especuló durante la llamada.
A partir de esa denuncia comenzó la investigación judicial, que permitió identificar los restos encontrados en la medianera —del lado correspondiente a la casa de la familia Graf— como pertenecientes a Diego Fernández Lima, un adolescente desaparecido en 1984.
A su vez, Cristian Graf quedó bajo sospecha como posible autor del crimen. En ese entonces era compañero de Fernández Lima en la escuela, y fue la última persona con la que se lo vio, en la intersección de Avenida Monroe y Naón, a pocas cuadras de su domicilio familiar.
Crimen de Coghlan: presentan un proyecto de ley para modificar la prescripción en los casos de homicidio
En paralelo al caso, los diputados del Partido Socialista (PS), Esteban Paulón y Mónica Fein, impulsaron un proyecto de ley que busca modificar los plazos de prescripción en causas de homicidio cuando exista ocultamiento, entierro o intento de desaparición de restos para evitar su esclarecimiento.
La propuesta legislativa surgió a partir del crimen de Diego Fernández Lima, cuyo cuerpo fue hallado enterrado en la casa de un excompañero de colegio, más de 40 años después de su desaparición.
La iniciativa plantea una modificación al artículo 63 del Código Penal, en los siguientes términos: «El término de la prescripción de la acción penal comenzará a correr desde la medianoche del día en que se cometió el delito consumado o, en caso de tentativa, desde la medianoche del día en que se realizó el último acto de ejecución».
Además, incorpora un nuevo criterio: «En los delitos de homicidio y en cualquier delito que tenga como resultado la muerte de una persona, cuando el cadáver, restos o indicios materiales de la muerte hubieran sido ocultados, destruidos o enterrados para impedir su hallazgo, el término de la prescripción comenzará a correr desde la fecha en que dichos restos sean encontrados o la identidad de la víctima sea determinada fehacientemente».
Finalmente, también establece que «en los delitos de desaparición forzada de personas, trata de personas y cualquier otro delito imprescriptible por disposición constitucional o convencional, la acción penal no prescribirá en ningún caso”.
Embed – C5N on Instagram: » LA DESAPARICIÓN Y MUERTE DE DIEGO FERNÁNDEZ LIMA Tras el hallazgo de los restos humanos en una casa en la que vivió Gustavo Cerati, @gabriele_diego te cuenta la crónica de los hechos que mantienen conmocionado al barrio de Coghlan y a todo un país. «Me voy a la a casa de un amigo», fueron las últimas palabras que escuchó Irma de la boca de su hijo, hace 41 años. Conocé todos los detalles.»
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