miércoles, 27 agosto, 2025
InicioSociedadLa fuerza de Valentín: tenía un tumor cerebral, completó la quimio en...

La fuerza de Valentín: tenía un tumor cerebral, completó la quimio en el Garrahan y su historia se viralizó

El viernes pasado, en un rincón del Hospital Garrahan, se vivió una escena que desbordó emoción y esperanza. Valentín Galán, un nene de 10 años oriundo de La Pampa, tocó la campana que anunció el final de su tratamiento oncológico. Lo hizo rodeado de globos, aplausos, abrazos y los colores de River Plate, su pasión más grande.

«Valen», como lo llaman todos, es fanático del Millonario. Ese momento, teñido de rojo y blanco, se volvió viral. No es para menos, su historia merece ser contada.

Todo comenzó en octubre del año pasado, cuando aparecieron los primeros síntomas como mareos, vómitos y visión doble. “El 8 de noviembre le hacen una resonancia y nos dan la noticia. Le descubren un tumor en la cabeza, un meduloblastoma”, cuentan a Clarín sus papás, Julieta Galán y Sebastián Campero.

El diagnóstico fue devastador, el tumor estaba alojado en el cerebelo, en el cuarto ventrículo. Ante la gravedad del cuadro, los médicos derivaron a Valentín al hospital René Favaloro de Santa Rosa, La Pampa, para operarlo de urgencia.

“Nos daban obviamente las peores noticias, los peores resultados. Si llegaba a salir bien era un milagro. Nos dijeron que era una operación muy riesgosa”, recuerdan sus padres.

«Voy a hacer la vida que llevaba antes», dice Valentín Galán. Foto: Guillermo Rodriguez Adami.

Pero contra todos los pronósticos, Valen salió adelante: “Lo operaron el viernes y el jueves siguiente ya nos dieron el alta. Volvió a caminar al otro día”, explica entre lágrimas su mamá, Julieta.

La alegría duró poco. A las pocas semanas, una nueva resonancia reveló que el tumor había hecho metástasis. Había que actuar rápido. “El 17 de diciembre vinimos para el Garrahan”, cuenta Julieta. Desde ese momento, el hospital se transformó en su segundo hogar.

Radioterapia, quimioterapia, estudios, catéter, controles, biopsias. Un tratamiento largo, agresivo. Pero el cuerpo y el alma de Valentín demostraron una fortaleza que conmovió a médicos, enfermeros y a toda su familia.

“Arrancó con radioterapia y quimio por 30 días. Después tuvo un descanso de otros 30 días y siguió con seis bloques de quimio. Cada bloque consistía en tres días de internación y 28 de descanso”, explican sus padres.

Las muestras del tumor fueron enviadas a Alemania para su estudio. El Garrahan no solo se encargó del tratamiento, sino que también cubrió los costos de ese análisis. “Jamás pagamos un peso. Al contrario, nos brindaron todo. Comida, vitaminas, psicólogos. Admirable”, dice Sebastián, el papá de Valen.

“Nunca nos separamos. Siempre estuvimos los tres juntos», cuenta la mamá. Foto Guillermo Rodriguez Adami.

“Nos vinimos con ropa de verano y no volvimos más. Nos mandaron frazadas y abrigos por encomienda. Pero eso era lo de menos. Pensábamos solo en él, en su recuperación”, explican.

Gracias a la ayuda de todo el pueblo de La Pampa —familiares, amigos, bomberos, grupos de folclore, clubes—, pudieron alquilar un departamento en Buenos Aires para estar siempre al lado de Valen.

“Nunca nos separamos. Siempre estuvimos los tres juntos. Yo soy re obsesiva con la limpieza porque en estos tratamientos la higiene lo es todo. Me pasaba echando alcohol, sacando las zapatillas, por él, siempre por él”, dice la mamá Julieta.

Y Valentín resistió. No tuvo vómitos, ni fiebre, ni efectos secundarios fuertes, a pesar del intenso tratamiento. “Fue increíble. Los médicos nos decían que no podían creer lo bien que lo llevaba. Hacía todo el esfuerzo por llegar bien a cada bloque de quimio”, recuerda su mamá con orgullo.

Finalmente, el viernes pasado tocó la campana. “No puedo explicar lo que siento. Estaba ciega, tenía la cabeza en blanco. Solo pensaba en él, en lo que había pasado. Me siento orgullosa del compañero que tengo, de Valen que dio el 100%. Orgullosa del trabajo que hicimos”, relata emocionada Julieta Galán.

La camiseta de River que le firmaron médicos y enfermos del Garrahan a Valentín. El número 22 porque fue el viernes 22 de agosto que tuvo su última sesión de quimioterapia.

Valentín también se animó a hablar. Con la timidez de un nene de 10 años, pero con una firmeza que emociona. “Voy a volver a la escuela, a ver a mis amigos. Voy a volver a hacer folclore, fútbol también. Voy a empezar nuevos deportes. Voy a hacer la vida que llevaba antes. Amo mucho a mis padres”, dice.

Y agrega: “Soy hincha de River. Mi sueño es conocer a todos los jugadores«. Cuando se le pregunta qué camiseta le gustaría tener, Valentín no duda: “La camiseta de Armani. Y los guantes”.

Video

Valentín, el pequeño fanático de River, festejó el fin de su quimio en el Garrahan

Solo tienen palabras de agradecimiento para todo el personal del hospital Garrahan, que los acompañó en cada paso. «Tenemos un grupo de WhatsApp de radioterapia. Se alientan los nenes, unos a otros”, cuenta Julieta.

Ahora, con el alta médica y la próxima resonancia programada para el 13 de septiembre, la familia se prepara para volver a casa y remontar su vida. “No tuvo más dolor de cabeza, ni de espalda. Nada. Las punciones ya salieron negativas, y las resonancias también”, dicen con una mezcla de alivio y fe.

Falta poco para que Valentín vuelva a correr una pelota, para que baile folclore en alguna peña pampeana. Y también para que cumpla uno de sus deseos más grande que es volver a comer asado.

PS

Más Noticias