“El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatal. Lo que cuenta es el coraje para continuar”, dijo Javier Milei que había dicho Winston Churchill. Fue en la noche de la catástrofe electoral libertaria. No está mal la frase para levantar el ánimo (no la moral) de los militantes. Más cuando falta la elección nacional de octubre. “La madre de todas las batallas” (para seguir con las hipérboles). Un torniquete para parar la hemorragia. Nada mal. Menos si el autor es quien se animó a dar batalla en la noche más oscura de su país y de Europa. Cuando todo parecía perdido. Pero hay un pequeño detalle. Según The International Churchill Society, organización dedicada a preservar el legado del legendario premier británico, éste jamás la dijo. Es más, en la página web de esta institución aparece como la decimoquinta cita “falsamente atribuida a Winston Churchill”. Apenas un detalle. Si no fuera porque no es la primera vez que el Presidente tiene un problema con las citas. Ya fue acusado de plagiar textos, también de atribuir falsamente frases o de negar conceptos de autores cuya obra él dice seguir. Una minucia en estas sus horas oscuras. Un problema si con ese método busca encontrar la luz. Algo es cierto, Milei no es Churchill.