El 12 de marzo alrededor de las 17.20 vivimos uno de los hechos represivos más violentos de la nueva gestión de Patricia Bullrich a cargo del Ministerio de Seguridad. El proyectil tirado por el gendarme Guerrero contra el fotorreportero Pablo Grillo casi le cuesta la vida, fue solo gracias al trabajo incansable de los trabajadores de la salud pública y la solidaridad de la comunidad que hoy Pablo está en el Hospital Rocca continuando su rehabilitación.
Son 6 meses de enfrentar al aparato del Estado que buscó ocultar al responsable y cajonear la causa. Son 6 meses de represión a la prensa y a los sectores que se movilizan, detenciones arbitrarias y de las mentiras típicas de Bullrich para desligar responsabilidad a de las fuerzas represivas.
Las mentiras de Bullrich
En el mismo día del ataque, la ministra mintió en La Nación+: “Uno de los que está preso, que dicen que es un periodista, estaba en el Ministerio de Justicia y era candidato de Lanús de Julián Álvarez. Se llama Pablo Grillo, es un militante kirchnerista que hoy trabaja en la Municipalidad de Lanús con Julián Álvarez”.
A la vez, defendió el accionar de gendarmería diciendo que habían disparado siguiendo el manual y que el proyectil había rebotado antes. Mando a hacer una investigación exprés al gendarme a través de la misma fuerza y le puso abogados pagos por el ministerio para que lo defendieran en la justicia.
El mismo accionar que con Santiago Maldonado o Rafael Nahuel durante su gestión anterior o con la situación de la niña gaseada por la policía federal en otra manifestación del gobierno de Milei.
Un proceso de lucha y solidaridad
La familia, los amigos, los fotorreporteros y las organizaciones que compartieron calle con Pablo fueron esenciales para la pelea que se viene dando por esclarecer lo sucedido.
Decenas de fotorreporteros y videógrafos compartieron fotos que ayudaron a esclarecer quien le disparó a Grillo y cómo el gendarme rompió las reglas.
Cientos de personas donaron sangre y miles fueron parte de las distintas manifestaciones en solidaridad con él.
Frente a la desidia del gobierno, la inhumanidad y el individualismo, la causa de Pablo Grillo fue bandera para los jubilados y muchos otros sectores en lucha.
Por eso el miércoles 17 de septiembre cuando sea llevado a indagatoria el gendarme Guerrero hay que ser miles y seguir presionando por justicia para Pablo. Porque como dice el canto popular de las movilizaciones por los desaparecidos “como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar”