Como en la famosa serie en la que su personaje Jack Pearson sufre un devastador incendio, el actor Milo Ventimiglia vio a la vida imitar al arte. El perdió su casa en el fuego y también Mandy Moore, su esposa en la ficción. Todo delante de las cámaras de los aguerridos reporteros televisivos.
Porque el incendio fue en Hollywood aunque no se haya quemado el famoso cartel, un reportero comenta que dos que pretendían robar una casa que había quedado en pie, fueron atrapados llevándose un Emmy. ¡Un Emmy!
El domingo todo había sido glamour en la entrega de los Globo de Oro. El martes por la mañana los vientos de Santa Ana convertían las chispas en más fuegos dándole cabida a una noticia atroz: barrios enteros, algunos muy icónicos como Malibu, iban a quedar destruidos, desaparecidos del mapa.
Esa misma noche los equipos de noticias de los canales decidieron hacer la cobertura 24 horas, sin avisos. Hubo un conductor en Telemundo el miércoles que cuando se anunció la evacuación del Sunset Fire se dio cuenta de que su casa estaba en peligro y se fue en medio de la transmisión. Ese fuego fue contenido gracias a helicópteros y aviones cargando y tirando agua incesantemente. De expandirse, el incendio habría entrado en el corazón de la ciudad. El pedido de evacuación, que duró poco, involucraba el Camino de la fama y el Teatro Chino.
El estudio del show de Jimmy Kimmel en Hollywood Boulevard, por ejemplo, también estuvo en peligro. El conductor llegaría emocionado el lunes siguiente a iniciar su programación habitual agradeciéndole a los bomberos mientras comentaba que conocía a más de 100 personas que habían perdido sus casas. En vivo tocaría la banda Dawes, en la que dos hermanos acababan de perder las suyas.
Milo Ventimiglia, Jack Pearson y el karma del fuego
El cantante de la banda alternativa Dawes, esposo de la actriz Mandy Moore, reconocía que Hilary Duff, amiga de Mandy, los había refugiado a ellos, sus 3 hijos y hasta a sus perros. Esa pérdida fue en el incendio de Altadena, uno que nació segundo y destruyó con el mismo furor.
Por obra del karma, en el primero, el de Pacific Palisades, un cronista con antiparras y máscara futurista reconocía a Milo Ventimiglia, que llegaba para encontrar que no había quedado nada en pie en su casa. El actor, protagonista de la serie This is Us, comentaba con un nudo en la garganta que acababan con su esposa embarazada de prepararle la habitación a su primer bebé. “Es la vida imitando al arte” reconocía, ya que su personaje en la serie también sufre consecuencias por un tremendo incendio. Jack y Rebecca, Milo y Mandy, ambos perdieron sus casas al mismo tiempo.
Y estuvo muy cerca el estudio en Hollywood donde se armaban las casas de la familia Pearson en las distintas décadas. De esa serie se perdieron algunos sets de exteriores, como también la mansión de Hacks y también la mansión de 125 millones de dólares que usaban en Succession donde se reunían los hermanos Roy en la cuarta temporada.
La sopa de Jay Leno
Después de turnos agotadores de 15 horas, trabajando en barrios donde no había un baño en pie, los cronistas llegaron al fin de semana agotados, ayudando a sus propias familias a evacuar vía texto mientras aconsejaban a los televidentes. El ejercicio fue extenuante, pero muy cinematográfico, va a haber pérdidas por no haber dado cortes comerciales, pero los departamentos de noticias quedaron orgullosos de su labor.
Se supone que va a costar unos 250 mil millones de dólares reconstruir la ciudad y que podría demorar 10 años. El fuego tocó a todos, ricos y clase trabajadora. “No debería haber grieta” pedía Michael Douglas, “no importa si sos demócrata o republicano”. Los angelinos se mostraron solidarios. En el centro de convenciones de Pasadena el comediante Jay Leno ayudaba a preparar sopa para los que se refugiaban en ese shelter. Jenifer Garner lo ayudaba cortando vegetales.
El actor Steve Guttenberg le encontró el perro perdido a un vecino que lloraba de emoción.
Mel Gibson tiraba teorías conspirativas mientras veía el destrozo en su casa.
A Tom Hanks le quedó la casa en pie, pero no la de los vecinos.
«La ciudad de Los ángeles va a necesitar ángeles de todo tipo”, había dicho Gwyneth Paltrow, cuya casa se salvó de milagro. Gracias al trabajo incesante de los bomberos, los verdaderos héroes de esta película apocalíptica.
POS