Valentín Yankelevich, hijo de Romina Yan y nieto de Cris Morena, decidió alejarse de la tradición artística familiar para abrirse camino en el automovilismo. En una reciente entrevista en el programa Almorzando con Juana, relató cómo fue ese proceso personal que lo llevó a optar por una vida muy distinta a la de sus padres y abuelos.
Aunque su entorno está marcado por la televisión y el espectáculo, el joven eligió seguir su verdadera pasión: los motores y la velocidad. “Arrancó hace mucho tiempo, la verdad que de chico siempre me encantaron las máquinas”, expresó, recordando sus inicios.
Sobre su vínculo con el automovilismo, el hijo de Romina explicó: “En el mundo del automovilismo todos los chicos con los que competí en el karting, mismo y con los que corro hoy, arrancaron a los 5 o 6 años y siempre me gustaron los motores, las máquinas”.
El piloto también habló de los prejuicios que enfrentó antes de contar su decisión a su clan familiar de artistas: “Era una idea media loca porque mi familia está completamente alejada de ese mundo y dije bueno, correr”.
EL HIJO DE ROMINA YAN Y SU VERDADERA PASIÓN
Añadió que la idea surgió de una conversación con su abuelo Gustavo: “Me nació a mí, nunca me lo inculcó nadie. Yo venía estudiando, pero nunca serví para estudiar… entonces me preguntó qué me hace feliz y estuve cinco minutos con la mente en blanco”.
Pese a los riesgos que conlleva la profesión, Valentín aseguró que su familia lo apoyó desde el principio: “Por suerte, desde chiquitos a ninguno nos dijeron ni nos sentimos presionados a hacer lo que hacía la familia”. Sobre su presente deportivo, comentó: “Arranqué en karting y ahora estoy corriendo en Turismo Carretera 2000 y compito con los mejores pilotos de Argentina, terminé sexto”.