La idea de que el programa económico que están ejecutando el Presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, tiende a irse una crisis, empezó a correr como reguero de pólvora en los economistas y empresarios afines al propio Gobierno. Luego de los fuertes cuestionamientos a la toma de deuda indiscriminada que hicieron Domingo Cavallo, Carlos Melconian y Gabriel Rubinstein, una importante y galardonada consultora de la City se manifestó en consecuencia. La referencia es para Eco Go, la firma de Marina Dal Poggeto: es que Sebastián Menescaldi, director asociado de la firma, aseguró que el modelo económico “no es sustentable” en el mediano plazo y advirtió que, de no hacerse correcciones luego de las elecciones de octubre, podría haber problemas financieros serios.
En declaraciones radiales, Menescaldi explicó que el Gobierno precisa sumar dólares reales, genuinos, porque «tiene que lograr que aumente la demanda de pesos, que los exportadores liquiden y dejen los pesos en el sistema, o conseguir inversión extranjera directa”. Asimismo, también el economista puso en cuestión muchas de las herramientas de política actuales. “A corto plazo puede funcionar, pero si la inflación cae fuerte, pagar un 29 por ciento de interés como ofrecen los Bonte 2030 es demasiado caro (…) ¿Qué pasa si hay una sequía y perdemos u$s15.000 o u$s20.000 millones? El agro es cíclico. Si no se acumulan reservas, todo eso se va a precios”.
Además, subrayó que en este contexto, «con una cuenta corriente negativa y sin acceso al crédito, este esquema no es financiable. No hay margen para sostenerlo sin cambios”. En esa línea, agregó que hay vencimientos de 29 mil millones de dólares de capital e intereses el año próximo, y se preguntó cómo harán para pagarlos. “¿De dónde van a salir esos dólares? ¿Cómo van a cancelar los Bopreal en el futuro? Eso requiere una corrección”, dijo y cruzó al Banco Central al afirmar que “compraron letras intransferibles del Tesoro para capitalizar, pero después emitieron casi el mismo monto, lo cual terminó siendo una descapitalización. Encima giraron utilidades al Tesoro porque no tenían pesos”.
Respecto a los cambios que deberían hacerse, Menescaldi advirtió que el Riesgo País sigue siendo muy alto. “No hace falta una gran devaluación, pero sí consolidar el frente externo. Sin más reservas, no va a bajar el riesgo país”, concluyó.
«Llevan el endeudamiento en la sangre»
Hace unos días, Melconian, un economista PRO muy cercano en la ideas a Milei, advirtió de lo peligroso que se está volviendo el proceso de toma de deuda que lleva a cabo el ministro de Economía, Luis Caputo. “Lo que estamos viendo es improvisación: la licuadora, la motosierra, pero sin un plan estructural detrás”, señaló el ex presidente del Banco Nación. En esa línea, agregó que «seguimos atrapados en una lógica de corto plazo. Es el análisis día a día, sin una bandera fiscal clara ni un nuevo esquema institucional. Así no se construye futuro”.
Por otra parte, el tema más fuerte que le cuestionó al Gobierno fue la deuda. “No es nuevo, esto arrancó en agosto de 2022. Lo que se está haciendo es tomar deuda para acumular reservas, pero no sin costo. La idea de que no tiene impacto es falsa. Estamos hipotecando el futuro”, remarcó.
Y aseveró que «el problema es que lo llevan en la sangre. El endeudamiento les sale natural. Es una droga que en el corto plazo da alivio, pero a la larga termina mal. Ya vimos esta película”. En ese contexto, sumó Melconian que «no hay libre flotación (del dólar). Sigue el cepo, el principal actor de demanda —el gobierno— no está en el mercado. No es real. Además, anuncian colocaciones mensuales por mil millones de dólares… ¿para qué, si no los necesitan? Eso es endeudarse. Es como usar la tarjeta de crédito sin saber si vas a pagar después”.
En la misma línea, Gabriel Rubinstein, ex viceministro de Sergio Massa y hoy cerca de los libertarios, fue incluso más allá y adelantó que puede haber un incumplimiento de la meta de acumulación de reservas. «Yo creo que son más paliativos para tratar de acercar a la meta, que seguramente tampoco será cumplida y habrá un waiver. Pero la idea hubiera sido comprar dólares de la cosecha que estaba escrito con el Fondo, en el acuerdo, que se iba a poder comprar dentro de la banda cuando hubiera liquidaciones importantes de divisas y todos entendimos que se estaba refiriendo a la liquidación de cosecha», expresó.
Y agregó que, de todos modos, «el Gobierno decidió abstenerse de eso, creo que es un error, con esta idea que tiene que ir al piso. Creo que se están resignando a que eso no suceda. Muchos economistas éramos muy escépticos de esa posibilidad y estábamos diciendo que Argentina sí necesita acumular muchas reservas, porque si no vamos a tener siempre un riesgo cambiario muy elevado. Arriazu habló de tener US$ 100.000 millones. Para mí nos faltan US$ 30.000 millones para abastecer en caso de una corrida, otros dan otras cifras, pero de todas maneras nuestro gobierno está muy lejos de eso».