Comienza a aclararse el misterio por el hallazgo de un cadáver en un guardacostas de la Prefectura en el puerto de Ingeniero White, Bahía Blanca. La principal hipótesis que manejaban los investigadores es que el joven de 19 años, que posteriormente fue encontrado sin vida en una baulera del semirrígido de la embarcación, había ingresado por sus propios medios al barco. La versión fue confirmada por un recorte de video de las cámaras de seguridad del puerto de White que se difundió en las últimas horas.
Un plano amplio muestra al buque guardacostas Prefecto Fique, amarrado en uno de los muelles del puerto de Ingeniero White. Algunas vallas cercan los accesos al barco de la Prefectura Naval, desde el perímetro hasta los propios puntos de entrada, de ingreso más restringido. Son vallas que tienen la cucarda del Puerto de Bahía Blanca.
Esos obstáculos no impidieron que un hombre las saltara y también hiciera lo mismo con las barandas del barco mismo, según se desprende del video revelado por el medio bahiense La Brújula 24.
Una vez dentro de la embarcación, el hombre se ve captado por las cámaras de seguridad cuando sube una escalera, encara hacia su derecha y desciende por otra. En todo momento, va cargando una mochila, con la que maniobra para superar, una a una, las vallas.
Una vez que bajó la segunda escalera, camina por un pasillo con decisión, como si supiera cuál era su objetivo específico. Lo alcanza segundos y varios metros más adelante. Se lo observa siempre solo, como sostenían los investigadores.
Se trataba del semirrígido del Prefecto Fique. Ante él, se agacha el joven, deja su mochila a un costado y comienza a desamarrar uno de los nudos que sujetaban la lona de cubierta al semirrígido. Lidia por más de 15 segundos con esa tarea, que, desde el plano de la filmación de las cámaras de seguridad, no se llega a observar con claridad si fue con éxito o sin él. Acto seguido se observa al joven merodear la parte baja del bote de rescate y continuar con las maniobras.
Apenas unos segundos más llega a discernirse la figura humana del joven cuando vuelve sobre la parte delantera a cerciorarse de que la lona de cubierta del semirrígido haya cedido. Luego, en la parte lateral del bote parece observarse cómo el joven se trepa a uno de los costados del bote. Sólo eso, porque luego, tanto en el video (proveniente del Consorcio de Gestión del puerto) como en la vida real, desapareció. Y lo hizo por casi una semana.
Para las autoridades, tanto la determinación con que el hombre se acercó al bote semirrígido, hurgó con precisión en él, así como también el hecho de que portara una mochila, son indicios de que el principal objetivo del joven de 19 años era robar o hurtar equipamiento del guardacostas.
Pero el final fue diferente. Su cuerpo apareció sin vida seis días después dentro de una baulera. Esa pequeña bodega en que su cuerpo fue encontrado es un espacio destinado al almacenamiento de herramientas y otros objetos del tipo. Y sólo puede abrirse desde el exterior.
A la espera de los resultados de la autopsia, la investigación que tutela el fiscal Santiago Ulpiano Martínez, de la Fiscalía Federal N°1 de Bahía Blanca, ve confirmada su principal hipótesis. Así, el caso comienza a quedar aclarado.
Los detalles del caso
El hombre en cuestión, de quien aún no trascendió la identidad, de 19 años, sin antecedentes y aparentemente peluquero de oficio, llevaba casi una semana fallecido en la pequeña bodega cuando lo encontró personal de Prefectura. La alarma se había encendido por el olor fétido que su cuerpo en descomposición emanaba y que llegaba ya al resto de la embarcación. No estaba previsto que el buque saliera a navegar en el corto plazo, pero el personal de la fuerza naval continuaba cumpliendo tareas en el puerto.
Lo hallaron en esa baulera hermética, de duras condiciones. “Si afuera hace 30 grados, allí dentro hace 60. Por eso manejamos, al momento, la hipótesis de una muerte accidental: prima facie, el cuerpo no presentaba golpes ni otros traumatismos. Muy probablemente su muerte se debió a una sofocación”, detallaron a Clarín fuentes irrefutables de la investigación.
Al momento en que descubrieron su cadáver, ningún allegado había radicado alguna denuncia por desaparición. El miércoles fue su padrastro quien identificó el cuerpo. Desde la investigación añadieron a este medio: «Ahora aguardamos los informes de las autopsias externa e interna: como no se constataron, preventivamente, traumatismos o golpes, queremos saber si llegó drogado o en alguna otra condición”.
Este último paso recae aún en el equipo forense del Poder Judicial de la provincia de Buenos Aires, cuyas diligencias llevó a cabo en el Hospital Penna de Bahía Blanca.