lunes, 1 septiembre, 2025
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La carrera del 5G satelital ya tiene a sus protagonistas en la Argentina

La reciente habilitación de Omnispace en la Argentina marca un hito en la competencia por las redes 5G no terrestres (NTN), con un enfoque en la conectividad directa a dispositivos móviles y aplicaciones de la Internet de las cosas (IoT). Grandes empresas como Google, Apple y AT&T ya están apostando fuerte en este segmento.

La llegada de Omnispace a la Argentina no es un simple trámite, sino el pistoletazo de salida en una carrera silenciosa donde los pesos pesados de las telecomunicaciones ya están presentes.

A diferencia de Starlink, que domina la banda ancha hogareña, el verdadero campo de batalla es el 5G satelital, prometiendo conectar desde un celular en medio del campo hasta los sensores de un camión en la ruta.

Desde finales de 2023, Starlink se consolidó en el país ofreciendo principalmente banda ancha fija por satélite, un servicio que requiere una antena parabólica y que actualmente acapara alrededor del 90% de la capacidad de órbita baja en funcionamiento.

El enfoque de Omnispace es distinto. La compañía estadounidense apuesta por el estándar 5G NTN, que permite a teléfonos móviles o sensores IoT convencionales conectarse directamente a satélites, siempre que su operador móvil lo integre a la red.

Según el abogado especialista en telecomunicaciones Oscar González, la licencia de Omnispace es general y ha registrado el «Servicio Móvil por Satélite». Esta distinción es crucial para la competencia futura.

¿Qué es el 5G NTN?

El estándar 5G NTN (Non-Terrestrial Networks), definido por el 3GPP, extiende las redes móviles al espacio mediante satélites LEO (órbita baja) o GEO (geoestacionaria). Esto posibilita la conexión directa de un celular o sensor IoT convencional al satélite, sin equipos adicionales.

En la práctica, los satélites LEO ofrecen baja latencia, ideal para servicios de conexión directa a dispositivos (IoT), agricultura de precisión, trazabilidad de mercancías, monitoreo industrial y comunicaciones de emergencia en zonas remotas.

Esta diferencia es clave para entender la dinámica del mercado en los próximos años. Starlink compite con Internet fijo tradicional en zonas sin infraestructura terrestre, orientándose al usuario final residencial y pequeñas empresas para llevar conectividad a zonas rurales y remotas.

Por su parte, Omnispace busca posicionarse en un nicho que antes dominaban operadores como Iridium y Globalstar, pioneros en comunicaciones satelitales móviles con dispositivos propios, y que ahora también buscan reposicionarse en el mercado IoT.

La propuesta de los operadores en la carrera del 5G satelital es complementar las redes móviles existentes, expandiendo su cobertura al espacio. De hecho, Omnispace ha realizado proyectos piloto en Brasil para seguimiento vehicular e IoT, enfocándose en el sector corporativo, gubernamental y aplicaciones críticas como transporte y defensa.

Ambos enfoques tecnológicos son distintos. Omnispace utiliza frecuencias atribuidas por la UIT para servicios satelitales, mientras que Starlink prueba un servicio móvil directo a dispositivos en colaboración con operadores móviles terrestres, usando el espectro de estos últimos.

Los gigantes globales que apuestan al 5G satelital

La competencia en el sector 5G satelital es intensa y va más allá de Starlink:

  • Echostar, a través de su subsidiaria Hughes, anunció una inversión de u$s5.000 millones para la primera red satelital Open RAN. Su relación es una integración total desde que EchoStar adquirió Hughes Communications por u$s1.300 millones, permitiéndoles ofrecer un amplio portafolio de servicios, desde internet satelital (HughesNet) hasta redes privadas 5G.
  • AST SpaceMobile, otra empresa que busca su lugar en la conectividad satelital directa al celular, ha logrado un financiamiento cercano a los u$s1.500 millones. Planean lanzar entre 45 y 60 satélites para fines de 2026, con un costo estimado de u$s21 a 23 millones por unidad, y proyectan ingresos de entre u$s50 y 75 millones en el segundo semestre del año. En 2024, consiguieron una inyección de capital de u$s206,5 millones, liderada por AT&T, Google y Vodafone, con compromisos de ingresos futuros. Estas cifras reflejan un respaldo financiero y estratégico significativo que les permitiría escalar rápidamente si cierran alianzas con operadores argentinos.
  • Globalstar es un actor clave en el 5G satelital, especialmente por su alianza con Apple para servicios de emergencia, utilizando su espectro asignado. Además, se ha asociado con empresas como Liquid Intelligent Technologies para vender su solución de acceso a redes privadas 5G, XCOM RAN, en África y Oriente Medio. Colaboraciones clave incluyen a Qualcomm y Telit Cinterion, que fabrican equipos y soluciones para aprovechar su espectro, consolidando un ecosistema de socios que amplía su alcance global.
  • Dos actores históricos del mercado satelital, Iridium y Orbcomm, se han reinventado para competir en la nueva era. Iridium adquirió Satelles en abril de 2024 para reforzar su servicio de navegación y sincronización (PNT) basado en satélites LEO. Sus alianzas incluyen a Thales y Cobham para la fabricación de terminales, y socios estratégicos como la Agencia Espacial Europea (ESA). Su constelación Iridium NEXT, con una inversión superior a los u$s3.000 millones, demuestra su compromiso con la infraestructura de próxima generación.
  • Orbcomm, enfocada en soluciones de IoT industrial, fue adquirida por la firma de inversión privada GI Partners en septiembre de 2021 por u$s1.100 millones. Entre sus alianzas destaca la colaboración con Harman (filial de Samsung Electronics) para la gestión inteligente de activos conectados y con Inmarsat para el desarrollo conjunto de productos de conectividad máquina a máquina (M2M). Estas alianzas le permiten ofrecer soluciones integrales de visibilidad y análisis de datos para cadenas de suministro, transporte y logística.

Regulación y espectro: el verdadero campo de batalla

La llegada de Omnispace a Argentina subraya la importancia del marco regulatorio para el despliegue de estas tecnologías. La habilitación de Omnispace es solo el inicio; aún falta definir cómo se asignará el espectro necesario para operar.

El estándar 5G NTN no solo habilita servicios de Internet, sino también aplicaciones de IoT masivo y comunicaciones de emergencia. Para el mercado argentino, esto abre un abanico de usos en sectores clave de la economía. Las oportunidades son enormes en áreas como:

  • Agricultura de precisión: Drones y sensores en tiempo real para optimizar cultivos.
  • Ganadería: Trazabilidad del ganado y monitoreo a distancia.
  • Minería y energía: Control de yacimientos y plataformas offshore en zonas remotas.
  • Logística y transporte: Rastreo de mercancías y vehículos en todo el territorio, incluso en rutas aisladas.

Según Pablo Recalt, coordinador de la Comisión Satelital de la Cámara Argentina de Internet (Cabase), el potencial de estas tecnologías es «enorme» en los miles de kilómetros sin cobertura en el agro, la minería y la energía. Esto representa una oportunidad de negocio para los operadores móviles argentinos que busquen ampliar su cobertura y ofrecer soluciones para industrias en zonas remotas, «mientras se mantenga la actual política de cielos abiertos».

Aunque la competencia global ya está en marcha, con la habilitación de Omnispace, Argentina se posiciona en el mapa de la conectividad satelital de nueva generación. La carrera por el 5G NTN no solo redefine el acceso a internet en zonas remotas, sino que abre oportunidades estratégicas para industrias clave. En este nuevo escenario, el rol del Estado y las alianzas tecnológicas serán determinantes para que el país no solo consuma innovación, sino que también la impulse.

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